DECALOGO DEL SERVIDOR PUBLICO
- AMA Y ASUME COMO TUYOS LOS FINES DE TU ACTIVIDAD, porque está destinada al servicio de tu país y a la realización y salvaguarda de los valores fundamentales de la convivencia humana: el orden, la seguridad, la justicia, la libertad, la paz y el bienestar de la colectividad y de todas y cada una de las personas que la integran.
2.
CUMPLE Y HAZ CUMPLIR LA LEY. En un estado de Derecho, los
servidores públicos sólo tienen las facultades que la Ley les concede y están
obligados a cumplir con los deberes que les impone. Sin un orden legal ninguna
sociedad podrá subsistir. Cuando la Ley te parezca injusta, lucha por su
reforma y, mientras tanto, trata de interpretarla o de aplicarla de la manera
que sea más compatible con la justicia.
3.
SÉ LEAL. Al aceptar el cargo de servidor
público has contraído un compromiso con la colectividad y contigo mismo. El
país espera que respondas a la confianza que en ti ha depositado y que nunca
antepongas a su interés legítimo el tuyo personal o tus pasiones.
4.
SÉ PROBO. La probidad es rectitud de
ánimo, hombría de bien, integridad, honradez en el obrar. La sociedad espera
rectitud en tus acciones e integridad en tu conducta. Es un deber frente al
estado que sirves y frente a los particulares que utilizan los servicios.
5.
SÉ VERAZ. La veracidad es el fundamento de
la confianza en las relaciones humanas. Sé veraz con tus superiores, con la colectividad
y con los particulares. La mentira, la simulación o el engaño destruyen la
confianza y el respeto indispensables para el debido ejercicio de la función
pública.
6.
SÉ EFICIENTE. Pon en tu trabajo la mayor
diligencia y empeño. De lo contrario, estarás defraudando a la sociedad que te
otorgó su confianza. No te conformes con cubrir el mínimo de tus obligaciones.
Procura servir con entusiasmo y poner en ello el máximo de tu capacidad y de tu
esfuerzo.
7.
SÉ DISCRETO. No reveles los secretos que
conozcas con motivo del desempeño de tu encargo ni te aproveches de la
información que tengas para tu beneficio personal o de tus allegados.
8.
SÉ IMPARCIAL. Tu condición de servidor público
te obliga a servir a todos por igual, sin discriminaciones, sin favoritismo por
motivos personales y sin distinciones por razón de raza, credo, religión, sexo,
opinión pública, origen nacional o social, posición económica o cualquier otra
condición.
9.
NO ABUSES NUNCA DE TU AUTORIDAD. El poder se te ha dado para
servir y no para oprimir, amedrentar, vejar o abusar de los demás. Respeta y
haz respetar los derechos humanos y la dignidad intrínseca de cada persona.
10.
SÉ CORTÉS Y COMEDIDO.
Sé cortés y comedido en tu trato con tus superiores, con tus iguales, con tus
subordinados y con los particulares. La función pública no confiere derechos
para la arrogancia, la prepotencia, la descortesía o el maltrato. Trata a los
demás como quisieras que te trataran a ti.
Finalmente,
cualquiera que sea tu función o jerarquía dentro del servicio, aprecia y ten
siempre presente la dignidad y la nobleza que te confiere el ser un servidor
público.
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